lunes, 26 de mayo de 2014

¿Es el EDM lo peor que le ha pasado a la música?


¿Es el EDM lo peor que le ha pasado a la música en su historia?

Steve-Aoki-boat

En los últimos años el EDM (Electronic Dance Music) se ha convertido en el género más popular de la música electrónica, llenando estadios en diferentes ciudades de mundo, donde decenas de miles de jóvenes entran en un eufórico frenesí esperando que el DJ tire el bajo y los eleve a la demencia colectiva. DJs y productores como Tiesto, David Guetta, Steve Aoki, Skrillex, Swedish House Mafia o Avicii se han convertido en estrellas mundiales.
Su música puede oírse en los temas para el dancefloor de Madonna, Rihanna, Pitbull o Paris Hilton (quien inspirada en estos también es DJ).
Quizás, junto con el reggaeton, es una de las cosas más pobres que le ha pasado a la música en general.
Lo que resulta un poco preocupante es que el EDM antes era un término más amplio en el que cabía todo tipo de música electrónica (como el nombre claramente lo indica): techno, house, trance, dubstep, drum & bass  y otros. Pero actualmente el término se ha convertido en un genérico, abarcando todo tipo de subgéneros como si fuera el tronco central de la electrónica.Esto deja mal parada a la música electrónica. 
El EDM se caracteriza por melodías simples y pegajosas con vocales que rápidamente se pueden cantar una vez que se escuchan, sintetizadores sucios o arenosos.La música producida con un fin comercial, generalmente por grandes disqueras que  fabrican a los “artistas” como la imagen cosmética para dar a conocer la música. Los artistas y la música forman un ensamble estratégico –según estudios de mercado, tendencias de consumo y fórmulas preestablecidad de manufactura del sonido– para ser del agrado de la masas, apelando a emociones básicas en sus aspectos menos sutiles (casi como una forma de hipnosis masiva).
Los DJs son considerados estrellas con personalidades de rock star, exigiendo enormes cantidades de dinero para tocar los botones, y montando espectáculos llenos de pirotecnia orientados a producir un efecto de euforia como si se tratara de un rollercoaster o de un blockbuster hollywoodense. Un ejemplo hiperbólico de la escena del EDM es la genial parodia que realizó Andy Samberg en el programa de comedia Saturday Night Live.

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